dimecres, de setembre 03, 2003

In Memory Ram

Abuelitos


La República quiere recordar que ha muerto Ramón Serrano Suñer. Y, ¿por qué lo hace?

Porque ha causado profunda ternura su foto de abuelo centenario en la primera página de El País. ¿Quién podría decir que, este viejecito con su cabecita blanca, su mirada glaucómica y su aura inofensiva fue quien fue, e hizo lo que hizo?

Pocos, muy pocos, y menos con el precario espacio que le dedica la prensa a enseñar historia. Pero veamos su omitida trayectoria, que no tiene desperdicio:

Él, en personalísima persona, fue quien negoció la ayuda alemana e italiana que fue determinante para la victoria nacionalista.

De ahí viene su amistad con el Conde Ciano, yerno a su vez de otro de sus amigos, Benito Mussolini, “El Duce”. También trabó especial amistad con el Canciller Von Ribbentrop y como no, con el mismísimo Fuhrer Adolfo Hitler.

Amigo de José Antonio Primo de Rivera, re-fundó y lideró La Falange cuando Francisco Franco estaba ya instalado en el poder.

Como canciller del régimen organizó la participación española en la Segunda Guerra Mundial, a través de la División Azul, que luchó junto al ejercito Nazi en el frente ruso y en la que murieron cerca de 5.000 “voluntarios”.

Por último, un detalle que lo une tangencialmente a nuestro perenne conflicto: fue ídolo y amigo de Laureano Gómez.

Como pueden apreciar, esta pequeña muestra de su talento y sus filiaciones, hace que las notas necrológicas de estos días, no hayan hecho justicia con mencionar solamente su condición de cuñado y ex ministro del Generalísimo, además de su brillante carrera como abogado.

Así que es deber de la República recordarle a sus conciudadanos que mueren los fascistas, pero no el fascismo. Éste está vivito y coleando, paseándose sigilosamente por izquierda y derecha, por norte y sur, por todo lado, cada vez con menos complejos y sin que nadie se percate de la gravedad de ello.

El fascismo gana desde sus remozadas trincheras nuevas batallas, o si no que se lo pregunten a Enrique Gómez Hurtado (hijo de Laureano), quien todavía se frota las manos de alegría por su última victoria en el Congreso de Colombia. -Yo me uno a su alegría con la esperanza de que sea eso: La última que gane.-

El fascismo seguirá cultivando el olvido y la impunidad de sus atroces crímenes, o si no vean el rechazo del gobierno del PP a la extradición de los militares argentinos, para que sean juzgados en España. ¿Otro ejemplo?. Gracias a la propuesta de perdón y olvido a los crímenes de lesa humanidad cometidos por los paramilitares presentada por el Gobierno de Álvaro Uribe, nuestros hijos tendrán la oportunidad de conmoverse con la foto del abuelito Carlos Castaño, muy tierno él dándole maicito a las palomitas.

Imprímase y cumplase