Y ahora los inmigrantes

diumenge, de novembre 21, 2010

Hace unas semanas un amigo "liberal" adscrito a CiU, el partido de centro derecha de Cataluña, me invitó a unirme a un evento con otros inmigrantes durante la campaña de Artur Mas. Decliné amablemente la invitación, por supuesto.
Mi amigo conocía la desafección que le profeso a Artur Mas desde hace más de ocho años. Y no es por su pinta de Pepe Cortisona, aquel prepotente amigo de Condorito, si no por su posición acerca de los inmigrantes que le tengo tirria, como diría mi madre.

Y es que desde que Mas propuso hace ocho años una subvención para la matriz catalana, es decir una ayuda económica por cada bebé nacido de padre catalán y madre catalana ya quedó pintado tal cual es, un racista.

En la campaña de 2006 propuso crear una especie de carnet por puntos para acreditar la catalanización de los inmigrantes y que daría acceso a los servicios sociales.

Así se pasaba de "es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña" de Pujol, al es catalán aquel que "sume puntos" remplazando la arepa por el pa amb tumaquet, el ajiaco o la hayaca por la Escudella, o afirmando ante notario que Casanovas fue un genio militar superior a Bolívar y que que Quim Monzó se merece más el Nobel de literatura que García Marquez y Vargas Llosa unidos.

Pero según mi amigo "liberal", en esta campaña CiU no había acudido ni a la matriz catalana ni la carnet por puntos. Inlcuso me ponía como ejemplo de esta nueva CiU la posición de Trias al oponerse al carnet de "buena conducta inmigrante" propuesto por el PP en Barcelona.

Es más, argumentaba mi amigo que era el PP el partido que estaba exacerbando el tema de la inmigración, compitiendo con un tal señor Anglada en la caza del voto xenófobo.

Cuando el trabajo lo hacen otros

Pero que CiU no esté abanderando de forma explícita esas bandera no es garantía de nada. Lo único que puedo colegir es que no lo hace porque en esta ocasión ya tiene el caudal de votos suficiente y no necesita el voto ultra.

Por ese voto ultra, ya compite el PP con Anglada en Cataluña y con Fuerza Nueva y la Falange en otras partes de España. Son ellos los que ponen el tema en el debate político con su coste.

En otras palabras a lomo de una gaviota blanca que elimina inmigrantes, Sánchez Camacho le hace el trabajo sucio a CiU y abona el gérmen xenófobo que madurado ya aprovechará CiU desde el poder.

Pero para mi amigo todas esas teorías eran elucubraciones mías, el vivía desde adentro el proceso y así como CiU ya tenía a los Convergais integrados, con los inmigrantes haría un trabajo similar.

Gracias Duran Lleida por los favores recibidos

Pero al otro día de la discusión con mi amigo, Durán Lleida volvió a sacar el tema de la matriz catalana en un mítin donde llamó a los catalanes a tener más hijos, pero con mujeres catalanas.

Según Durán Lleida en muchas partes de Cataluña casi el 50% de los nacimientos son de madre "extranjera" y aunque le da la bienvenida a "esas criaturas", es claro que prefiere que sean 100% catalanas.

Así, estos "liberales" no tienen empacho en meterse en la cama y decidir con quien se han de tener hijos, tanto por amor al dinero o amor a la patria.

Los planteamientos de CiU no han cambiado. Mantienen ese tono Xenófobo tan propio de la Ferrusola y tan cercano al de Alicia Sánchez Camacho o de Josep Anglada.

Para ellos lo importante es la pureza, de cultura, de sangre o de raza. Y sus postulados "liberales" quedan sujetos a eso, a ser patriotas, ellos patriotas folladores, ellas patriotas parturientas.

Los niños catalanes, blancos y con subvenciones, las otras "criaturitas" morenitas y su igualdad de condiciones ante la ley y acceso a los servicios sociales pendiente de los puntos que hagan sus padres en un Trivia català.

¿Que exagero?. Ya veremos.

La crisis es culpa de los maricas

dilluns, de novembre 01, 2010

Está claro, por fin, la guinda para solucionar la crisis económica es echar para atrás el matrimonio homosexual. Eso es lo que se colige de lo dicho por Mariano Rajoy el líder del PP en su última entrevista.


Y es que es evidente. Países donde no existe el matrimonio homosexual ya han salido de la crisis o incluso no la han sufrido.

Cuando le decía a mis amigos "liberales" que la supresión del matrimonio gay era una prioridad de las medidas "anticrisis" que iba a tomar el "liberal" Partido Popular de España se reían.

España tiene problemas más graves que ese, hay otras prioridades, me decían. Ratificaban que Rajoy era un "liberal", y que los poquísimos ultramontanos no podían dictarle a todo el partido la agenda.

Eso sí, mis amigos "liberales" coinciden con Rajoy en que el matrimonio gay no puede ser matrimonio. Lo que en principio puede parecer una cuestión semántica oculta atavismos macabros.

Porque si en España los reaccionarios luchan contra la palabra "matrimonio", en Colombia lo hacen contra la ley que permite la "union de parejas del mismo sexo" y en Panamá son los que defienden la ley que pena con cárcel a los homosexuales.

Sí. En Panamá aún está vigente una ley de 1946. La ley no se cumple o se cumple a discreción del grado de homofóbia del agente de policía de turno.

Para amigos "liberales" españoles eso es una nimiedad legislativa más, que no tiene porqué afectar la vida cotidiana. Eso sí, los "liberales" panameños se quejan amargamente del incumplimiento de las leyes y, defienden no solo esa ley si no que se oponen a iniciativas contra la discriminación contra los homosexuales.

Tal y como se opuso la Iglesia Católica contra la condena a los países en donde el homosexualismo es considerado un crimen, castigado incluso con la pena de muerte.

O como se opusieron los gobiernos de Bush, Aznar, Aminahayed o el Rey Fahd a una relatoría de las Naciones Unidas para defender los derechos humanos de los homosexuales.

Ese atavismo macabro no reconoce ideologías políticas ni creencias religiosas. Y como buen atavismo cultiva un culto por el pasado, por sus prejuicios y sus acciones.

De ahí viene la nostalgia por mejores tiempos, donde los "maricas" no eramos visibles, donde no había Día del Orgullo Gay, donde la burla y el chiste flojo no podía ser repudiado, donde la "electricidad" estaba al servicio de la moral.

En fin épocas donde según mis amigos "liberales" reinaba la libertad y no existía la "dictadura" de lo políticamente correcto.

Épocas que parecen que no volverán, pero que hay quienes la añoran tal vez con la esperanza de que los choques eléctricos a los" bujarrones" reanímen la economía gracias la intervención de su "Señor Todopoderoso" que vería complacido como España se convierte de nuevo en la Reserva Moral de Occidente.