dimecres, de juny 11, 2003

Ubicuidad



Domingo 8. Exterior Día.

Al fondo, arreboladas nubes goyescas en el atardecer madrileño. En la mesa, risas, recuerdos, la apuesta por un acento y cuatro crepes. A nuestra espalda, se insinúan los cerros bogotanos, tutelando la sempiterna amistad. Parece que he llegado a un lugar, donde siempre he debido estar y donde permaneceré.

Lunes 9. Interior Noche.

Al otro lado, entre el aturdido susurro del atardecer de los Farallones de Cali, estalla la risa de siempre, que ilumina como como un faro la ya dormitada Barcelona. Parece que no me he ido nunca, pero me muero de ganas de abrazarla, oir sus carcajadas en directo, ver su blanca piel sonrosada, porque la alegría, cuando se comparte con los amigos es aún más que alegría, es felicidad.

"Te vojo bene assai
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint’e vene sai..."

Caruso
Andrea Bocelli

Imprímase y cumplase