El cazabe lo probé por primera vez hace más de 20 años selva adentro, cuando aún tenía la osadía de viajar por Colombia escudado exclusivamente en el amor al país, a sus selvas, a sus ríos, a sus indios.
El suero costeño lo conocí gracias a Gustavo Caamaño (QEPD), en una de esas remesas mensuales que su mamá le remitía desde El Banco -Magdalena-, y que aderezaron largas jornadas de estudio del comportamiento del silicio dopado con arsenuro de galio.
A este boyaco, que se considera paisa por adopoción gástrica, y que es cliente decembrino del Cartel de la Papa Criolla en el Mercat o de la Boquería, se le había olvidado añorar esos exóticos sabores, preso como está de la tan cacareada dieta mediterránea y de los restaurantes de diseño de la cosmopol·lita Barcelona.
Fue una maravillosa sorpresa encontrarme un sencillo pero espectacular maridaje: Cazabe con suero costeño.
Y hay más, muchísimo más en Mini-mál, un restaurante en el Chapinero bogotano, que ha hecho una apuesta creativa y valiente por la comida de lugares tan diversos como olvidados: el Chocó, el bajo Sinú, la Orinoquía, la Guajira y la Amazonía.
Porque la cultura gastronómica colombiana no se limita solo a la carta de Casa Vieja, El Palacio del Colesterol, Club Colombia, Caldo Parado, El Corral o Crepes & Wafles. También hay una cocina indígena y negra, con una calidad y diversidad que bien vale la pena rescatar y recrear. Mejor dicho, hay que ir a Mini-mál.
Mientras tanto ruego porque cuando vuelva a Bogotá todavía esté funcionando. Yo me lo he traido en el recuerdo, porque en la maleta no cabía nada más.
Restaurante Mini-mál
Cocina contemporánea sorprendentemente colombiana
Cra 4 A No. 57-52
Chapinero Alto
Tel: 347 54 64
Horario
Lun-Mie: 12:30 a 22:00
Jue-Sab: 12:30 a 24:00
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1 comentarios:
Tomo nota (estoy tomando muchas) para mi próxima visita.
Que la espero en breve. Veremos.
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