¿El secreto del éxito está en la fábrica?

dijous, de setembre 09, 2010


Quienes hemos estado en "fábrica" lo hemos tenido claro desde siempre. Sin embargo los "gurús" del management y sus fieles replicantes llevan décadas menospreciando el valor que se genera en la fábrica y alzando loas a la tercerización y la deslocalización.

Por fortuna no estamos tan solos quienes defendemos la fábrica. Andy Groove, exCEO de Intel, lo ha dejado muy claro en un artículo de Businessweek.

Para Groove la producción en masa, escalar una idea hasta convertirla en un producto industrial es vital para la innovación. La fábrica no es una molestia, es parte fundamental en el proceso de creación de valor y de generación y acumulación de conocimiento.

Sin fábrica no hay conocimiento. Son los problemas de la industrialización los que permiten a prender no solo del proceso y la tecnología, si no las relaciones de negocio, logisticas, laborales, etc, fundamentales para construir el "negocio". La fábrica es el centro.

La experiencia de Andy Groove en el desarrollo de alta tecnología se ve corroborada en "Origen y Evolución de los nuevos negocios" un estudio de 1999 de Amar Bhidé, profesor de La Universidad de Columbia.

En este estudio Bidhé analiza el proceso de gestación de las empresas y llega a la conclusión que el 81% de las ideas empresariales, es decir de las mejoras y los nuevos productos lo tienen los mismos trabajadores.

Renunciar a la fabricación o menospreciar su valor y entregarla a terceros es un suicidio. Por eso nos llamó la atención que en España el 47% de las empresas del sector de la alimentación están tercerizando sus procesos industriales.

¿Hacia dónde va España? ¿Y Lationoamérica? ¿Es inteligente esta estrategia?

Los costes a corto plazo mandan, la estrategia industrial pierde. Los "monos" de Dilbert ganarán sus bonus, los accionistas vivirán algunos trimestres de euforia. ¿Y después?

Esta historia ya la han vivido otros sectores: el textil, el automotriz, la electrónica. Tal vez confiamos en que el sector alimentario es inmune gracias al caracter perenme de los productos, sin embargo...

Sin embargo, los avances en packaging activo, que asegura la frescura y calidad de los productos por más tiempo, están empezando a derrumbar la última barrera. La deslocalización será factible.

Y tal vez sea también inevitable, esa es la gracia de la destrucción creativa de la que hablaba Schumpeter y a la que hace referencia Mike Collins en su libro Saving American Manufacturing.

¿Qué hay que hacer? ¿Quién lo tiene que hacer? ¿Aprenderá la industria alimentaria de las otras industrias? ¿Y Latinoamérica de USA? ¿Volverá a ser la fábrica el orgullo de nuestras empresas?

Demasiados interrogantes por hoy, para los monos.

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