Pasear en cicla y mirar ciertos balcones me permite disfrutar de esa densa cotidianeidad tan propia del verano antiguo, cuando no estaban las ventanas cerradas a cal y canto para preservar el "frio" artificial.
Frescura estilo Tratado de Kioto
Sí, aún quedan estos rincones cálidos y frescos, tan naturales como el calor en verano y la brisa del mar.
Imprímase y cumplase
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