Sobremesa de una mariscada en Santiago de Compostela
He de confesar que tengo un problema genético, que no fue detectado en mi más tierna infancia, después de comer, me da sueño y cuando me despierto, me da hambre...
Imprímase y cumplase
Sobremesa de una mariscada en Santiago de Compostela
He de confesar que tengo un problema genético, que no fue detectado en mi más tierna infancia, después de comer, me da sueño y cuando me despierto, me da hambre...
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2 comentarios:
Ja! Creo que semos de la misma familia tu! Porque yo también heredé ese desorden genético ...:-) Saludos
Hombre cualquiera queda así después de una mariscada, pero es peor meterse una cazuela de mariscos con el calor que está haciendo en Barcelona, probalo ve...quedás como así oís...
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