La crisis es culpa de los maricas

dilluns, de novembre 01, 2010

Está claro, por fin, la guinda para solucionar la crisis económica es echar para atrás el matrimonio homosexual. Eso es lo que se colige de lo dicho por Mariano Rajoy el líder del PP en su última entrevista.


Y es que es evidente. Países donde no existe el matrimonio homosexual ya han salido de la crisis o incluso no la han sufrido.

Cuando le decía a mis amigos "liberales" que la supresión del matrimonio gay era una prioridad de las medidas "anticrisis" que iba a tomar el "liberal" Partido Popular de España se reían.

España tiene problemas más graves que ese, hay otras prioridades, me decían. Ratificaban que Rajoy era un "liberal", y que los poquísimos ultramontanos no podían dictarle a todo el partido la agenda.

Eso sí, mis amigos "liberales" coinciden con Rajoy en que el matrimonio gay no puede ser matrimonio. Lo que en principio puede parecer una cuestión semántica oculta atavismos macabros.

Porque si en España los reaccionarios luchan contra la palabra "matrimonio", en Colombia lo hacen contra la ley que permite la "union de parejas del mismo sexo" y en Panamá son los que defienden la ley que pena con cárcel a los homosexuales.

Sí. En Panamá aún está vigente una ley de 1946. La ley no se cumple o se cumple a discreción del grado de homofóbia del agente de policía de turno.

Para amigos "liberales" españoles eso es una nimiedad legislativa más, que no tiene porqué afectar la vida cotidiana. Eso sí, los "liberales" panameños se quejan amargamente del incumplimiento de las leyes y, defienden no solo esa ley si no que se oponen a iniciativas contra la discriminación contra los homosexuales.

Tal y como se opuso la Iglesia Católica contra la condena a los países en donde el homosexualismo es considerado un crimen, castigado incluso con la pena de muerte.

O como se opusieron los gobiernos de Bush, Aznar, Aminahayed o el Rey Fahd a una relatoría de las Naciones Unidas para defender los derechos humanos de los homosexuales.

Ese atavismo macabro no reconoce ideologías políticas ni creencias religiosas. Y como buen atavismo cultiva un culto por el pasado, por sus prejuicios y sus acciones.

De ahí viene la nostalgia por mejores tiempos, donde los "maricas" no eramos visibles, donde no había Día del Orgullo Gay, donde la burla y el chiste flojo no podía ser repudiado, donde la "electricidad" estaba al servicio de la moral.

En fin épocas donde según mis amigos "liberales" reinaba la libertad y no existía la "dictadura" de lo políticamente correcto.

Épocas que parecen que no volverán, pero que hay quienes la añoran tal vez con la esperanza de que los choques eléctricos a los" bujarrones" reanímen la economía gracias la intervención de su "Señor Todopoderoso" que vería complacido como España se convierte de nuevo en la Reserva Moral de Occidente.

Imprímase y cumplase

1 comentarios:

Perlita de Huelga ha dit...

En Mallorca tenemos un conocido político del PP defensor de la familia que se divorciará antes de las elecciones porque su mujer le pilló con un bombero en la cama.

Entiendo la debilidad de este político por los bomberos: tienen un cuerpazo y me encanta que sean tan aguerridos.

Lo que me resulta curioso es ese paseíllo de cara al público por colegios religiosos, por procesiones, defendiendo unos valores, cuando luego por detrás cultiva otros de los que tanto reniega.

La crisis es culpa de los maricas, de los rojos, de los zurdos, de los sociatas... No hay nada como marear la perdiz y olvidarnos que ellos también contribuyeron a crearla.