El fin de los mundos

dilluns, d’abril 04, 2005



Esta benignísima República esta siendo invadida por una horda de catastrofistas que buscan desesperadamente respuesta a su desazón ontológico.

"Nostradamus", "el Papa Negro", "San Malaquías", "el último Papa", "Profecías del fin del mundo" son las palabras que han buscado ya más de un millar de desocupados que se han dado de bruces aquí desde que murió el Papa el sábado pasado.

Y es que está todo el mundo enloquecido por saber si esta vaina se acaba o no. Y yo me pregunto: ¿Pa que jodas necesitan esa certidumbre?. ¿Para follar más?. ¿Para arrepentirse de todo lo que han follado?. ¿Para saber si tienen tiempo de follar, arrepentirse y ganarse la vida eterna en un photo-finish?"

Pobres maricas. Lo follado, follado está. Yo no le doy más vueltas porque ya lo dijo el oráculo cuando nací, este niño en lo único que va a creer es que Santafecito Lindo es el mejor equipo del mundo, en más ná.

Así que déjenme a la República en paz, que aquí no tenemos afán alguno, ni nada de que arrepentirnos y mucho menos le vamos hacer caso a los sinuosos y retrecheros chantajes. Lo que es es, y punto.


Imprímase y cumplase