Aritilugios Matemáticos (II)

dissabte, de març 19, 2005



El secreto está en la serie de Calculadoras Electrónicas: "Político HP". Calculadoras desarrolladas con algorítmos específicos para cada etapa de su proceso de ascenso al poder y la riqueza. Así en esta familia podemos encontrar:



- "Político HP Classic", la calculadora básica, con las únicas funciones que no pueden faltar en ninguna calculadora Político HP: restar y dividir.

- "Político HP Nationalist", idéntica a la Classic, pero con las funciones de victimismo linguístico y deportivo.

- "Político HP Always Winning Elector", con funciones especiales para maquillar sondeos pre-electorales y ganar siempre en los calculos post electorales.

- "Político HP Happy Economics", que permite hacer las cuentas alegres, maquillar los datos macroeconómicos y justificar que el déficit siempre viene del periodo anterior.

Y por supusto la estrella de la serie Político HP, sin la cual no podrían vivir:

- "Político HP Licitation", con un algoritmo optimizado cuenta con dos teclas funcion que proporcionan una inolvidable experiencia usuario, un uso fácil, rápido y útil tanto en Catalunya donde se estila un sobrio 3% o en Colombia en donde lo mínimo es el 20%.



Así, ¿quien no?

Aritilugios Matemáticos (I)

divendres, de març 04, 2005



He de confesar que de joven fui una "pepa" para las matemáticas. Una "oportuna" hepatitis me permitió aprender solito el álgebra en los intermedios de los partidos del Mundial de fútbol del 78. Teresita, mi profesora, no podía creer que yo le explicara a mis compañeritos sin que ella hubiese intervenido.

Al año siguiente en un examen resolví una ecuación de tercer grado usando matrices, cuando todavía no las habíamos visto en clase. Faber Grajales me puso un "cero" por no usar el método enseñado y yo le arreé la madre bajito, ante lo cual él me pidió que se lo repitiera frente a todo el curso. Y lo hice: "Hijueputa", le espeté con todas las ganas. Me puso cinco, la máxima nota, por tener el coraje de decirlo en público.

Pero fue en quinto de bachillerato que yo me convertí en una especie de freak del circo trigonométrico. Orlando Ardila me paseaba por sexto de bachillerato resolviendo límites, derivadas e integrales coreando: "vean como este culicagado sí resuelve lo que ustedes no pueden, vean a ver si estudian carajo".

El Flaco Ardila se lamentó tiempo después de no haberme llevado a las olimpiadas matemáticas, lo que yo lamento es no haber tomado un atajo en el destino y haber perdido la virginidad en París.

¿Y de qué putas me ha servido ser una "pepa" para las matemáticas?". De poco o nada. Consulto mi cuenta de ahorros y miro alrededor, y lo que veo es que hay gente de "letras" a quien les han salido mejor los "números". Y esta circunstancia, frustrante por demás, no había tenido explicación hasta que encontré el secreto.

(Continuúa aquí...)


Ciudad Perdida. País extraviado

dimarts, de març 01, 2005




Escalinatas Ciudad Perdida.



Fuí por primera vez a Ciudad Perdida en 1992. Subí solo, disfruté en silencio la selva abigarrada y la piedra centenaria. En el camino me crucé con paramilitares, a quienes convencí de mis inícuas razones para caminar solo. Mojé mis pies en el rio Buriticá, dormí en hamaca, me desperté con el canto de la oropéndola. Me encontré con mis Hermanos Mayores, pero la vergüenza me acalló y precipitó mi regreso. Prometí volver.

Y lo hice en 1994. Traté de hacer el mismo camino en compañia de LXV, pero nos obligaron a ir con los turistas extranjeros. Eramos los únicos colombianos además de los guías. Habían pasado más de 500 años y todavía el ánimo competitivo marcaba el camino. ¿Quien llegaría primero?. ¿Quien conquistaría?. Los Hermanos Mayores eludieron el encuentro, los paramilitares hicieron sentir sutilmente su presencia. Predije el futuro de LXV con absoluta precisión cartesiana. A pesar de que me sentí en una manada de jabalís, prometí volver.

Pero no lo haré. No lo haré porque me dolerá ver las escalinatas de Ciudad Perdida llenas de botellas vacias de Aguardiente Antioqueño, latas de Coca Cola y de cajetillas de Marlboro. Porque me joderá hasta la médula ver las piedras pintadas de "Jefferson ama a Cindicandylady" o los árboles heridos con un "Aquí estuvo John Jairo. 18 Enero 2007". Me llevará la rabia casi hasta el suicidio no poder oír el canto matutino de las oropéndolas, porque un cafre las mató y su canto fue remplzado por los chillidos babosos de Diomedes Díaz.

Pero lo que más me dolerá es saber que eso ha pasado ante la indolencia de la mayoría de colombianos. Todos hemos vuelto la mirada para otro lado cuando llegaron los narcos hace 30 años, la guerrilla hace 20 y los paras hace ya casi 15. Todos hemos callado cuando ellos o los otros -es decir la misma mierda- han masacrado a los dirigentes Aruhacos, Arsarios o Koguis -los verdaderos dueños de La Sierra -, o cuando han asesinado a valerosos servidores públicos como la Directora del Parque Tayrona.

Es muy triste corroborar cómo esas retrecheras sospechas, que por puro pudor y respeto a la esperanza ajena nos callamos hace un tiempo, se han venido convirtiendo en realidades de a puño. Duele decirlo, sobre todo cuando hay quienes con fe de carbonero siguen en la lucha tratando de sacar adelante el país. Pero Colombia no tiene solución.

El teleférico de Ciudad Perdida se construirá, de eso no hay la más mínima duda. Y se construirá porque detrás de eso no están tan sólo los políticos regionales o los empresarios del sector turístico, está el mismísimo Presidente Uribe Vélez -que bien conoce La Sierra y a sus nuevos mandamaces-.

No se necesita consultar la carta astral como Mauricio Puerta o leer el Tarot como Mave, ni ser parapsicólogo como mi padre para saber que la inevitabilidad de cualquier tragedia en Colombia está asegurada al 100% porque uno ya sabe quien hace las cosas en este país. Quién masacra, quién embosca, quién trafica, quién encubre, quién se hace el güevón y quién se lucra de todo lo anterior. Son siempre los mismos.

¿Y nosotros?. Pues los mismos maricas de siempre, que además de todo referente moral hemos perdido no sólo la Ciudad y el Campo, sino la Selva, el Desierto, el Mangle, la Playa. Ah! País Extraviado.

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LXV se casó ocho meses después de ir a Ciudad Perdida con uno de los extranjeros que le cortejaron. Ella me remitió desde Francia algunos de estos artículos que desencadenaron mi desesperanzada rabia:

En El Tiempo: Polémica por proyecto para construir teleférico en Sierra Nevada de Santa Marta

En Diario del Magdalena: Lo que dice el Gobernador Luna

En El Palacio de Nariño: Fortalecimiento de la Seguridad Devolverá Turistas a Santa Marta.

En la Gobernación del Magdalena. La Opinática rusa.

Glosario para neófitos

Ciudad Perdida: Ruinas arquelógicas de un enclave urbano, dedicado presumiblemente como centro ceremonial por la cultura Tayrona. También conocido como Buriticá 200 se descubrió en 1976. Se caracteriza por su impecable integración en el entorno.

Vídeo

Cultura Tayrona: Cultura aborigen que habitaba la Sierra Nevada de Santa Martha a la llegada de los españoles. Habían construído cientos de ciudades en las laderas de la Sierra utilizando la técnica de terrazas. Cientos de centros urbanos Tayronas y su red de caminos que las interconectan es una de las mayores obras de ingeniería en piedra de la humanidad llegando a superar a la Muralla China.

La Sierra. Sierra Nevada de Santa Marta, con sus 5,495 msnm es la montaña más alta del mundo a nivel del mar. Ha sido catalogada como Reserva de la Biosfera por la Unesco


Sierra Nevada de Santa Marta