dissabte, de maig 08, 2004


Stamp-Ass

La entropía me dá la razón, pero la razón no vale nada.


En mi caos inconmensurable, en esa entropía vital, mitad azar, mitad deseo, mitad jartera, mitad pasión, mitad locura, generalmente tengo la razón. Pero eso no sirve de nada. Primero porque la razón está sobrevaluada, en realidad no vale nada, segundo porque en esta vida lo que cuenta es hacer las cosas, no pensarlas.

Algún día pensé que la forma de organizar los correos era ilógica, que la mejor forma de organizar las cosas era titulando y no arrastrando de un lugar a otro, de carpeta en carpeta documentos, e-mails, etc, que la mejor forma de buscar es a trav?s del contenido. Pero subestimé esa idea hasta que la he visto implementada en el correo GMail.

Aunque esta República no está en trance de convertirse en un blog techie, debo reconocer que la interface usuario de GMail es austera pero práctica generando una experiencia usuario confortable. Ahora bien como todo en la vida GMail tiene como contrapartida la perdida de privacidad en aras de la publicidad contextual.

¿Pero quien diablos se pone a pensar en la privacidad de los correos electrónicos cuando la CIA nos tiene a todos pillado?.

Imprímase y cumplase