dilluns, de març 22, 2004



Stamp-Ass

El agua moja


Hace un par de semanas en Londres, Coca-Cola reconoció que la tan mentada y publicitada agua Dasani no era más que agua del grifo. Menudo escándalo se montó. ¿Cómo justificar un precio de venta de 2,8 € el litro cuando el mismo litro lo compraban a 0,008 € ?

Fácil. The Company adujo que el agua que se captaba de la red de Thames Water era filtrada por triplicado y sometida a osmosis inversa con el fin de eliminar "bacterias y otros virus, sales, minerales, azúcar, proteínas y partículas tóxicas", en un complejo proceso diseñado por la NASA. Vaya complejidad tecnológica para un agua ya apta para el consumo humano.

The Company contó con suerte. Esa misma semana la sonda Opportunity de la NASA descubrió que en remotos tiempos Marte había tenido agua. Todo ligaba. Alto precio, high technology, la frontera de la ciencia al alcance de la mano en una botellita de PET y una plusvalía que te cagas. Pero la suerte no duró mucho.

Tanta tecnología, tanta NASA, tanto filtro para que precisamente hoy, Día Mundial del Agua, The Company esté retirando temporalmete del mercado el producto Dasani porque su superhipermegahightech proceso de purificación está contaminando el agua con bromuro. Ahora sí cágate, cinturita perfecta.

Quienes tenemos algún contacto con el mundo de las bebidas conocemos que en su estructura de costes la publicidad se lleva un buen sorbo. Y parece que está mal visto que The Companies lo reconozcan.

El agua se está convirtiendo en un artículo de lujo. De lujo para el primer mundo gracias a la dictadura de lo fatuo. Y de lujo en el resto del planeta por su inmediata y galopante escasez producida por la imperiosa necesidad de subsistir.

Por ahora, el agua es la chispa del negocio, y la guerra es cuestión de marcas. A ver cuento nos dura la chispa, la suerte, la estupidez y... la vida.


Imprímase y cumplase