dilluns, de juny 09, 2003

StampAss

EXILIO SOCORRO


Los veo por todas partes. Dondequiera que vaya los reconozco por su forma de mirar vitrinas, de esperar el bus, de abrazar al ser amado, incluso, a veces, es su acento el que los delata. No me preguntéis cuál es el aura que les distingue, solo sé de la certidumbre que roza el delirio: Somos colombianos en el exilio.

Cuando nos distinguimos los unos a los otros, y osamos preguntarnos motivos y detalles, tras una espiral de justificaciones, siempre conocidas, es inevitable ver al destrozado país, a la imposible sociedad, al abismal futuro.

Si demoramos más de lo necesario el expiatorio rito, detrás de la marquesina de tranquilidad, salta agazapada la nostalgia. A jirones los cinco sentidos, desvelan el dolor que producen los desgarrados vínculos. Nos convertimos en victimas del destierro.

He descubierto un hálito morboso en ir aún más allá de los explícitos motivos y los inevitables recuerdos, de este exilio afortunado. Personaje a personaje, me he percatado que la guerra se ha convertido en la mejor excusa para darle una puerta de escape a la personal historia. La gran historia cubre así nuestra particular retirada.

Para quienes tenemos la esperanza clavada allá afuera. Para quienes así hemos huido, no nos queda otra forma de afrontar con honestidad nuestro rumbo, que reconocer y hacer propia nuestra inseparable sombra.

Sólo así desaparecerá el lastre de la nostalgia, cualquier comarca se quedará pequeña, todo lugar será ajeno. Seremos entonces profesionales del desarraigo y dueños de nuestros sueños, con el suficiente valor para hacerlos realidad aquí y ahora. El retorno a nosotros mismos será ineludible.

Entre tanto, que no se nos olvide, que hay quienes allá, en el campo disputado por la barbarie, con la familia apiñada en un semáforo -en el mejor de los casos-, invisibles ante la indolencia de una sociedad en secular guerra, son parias en su propia tierra, y su última frontera es ya la desesperanza.

Because no matter where you run, you just end up running into yourself.
Paul a Holly en el Taxi
Breakfast at Tiffanys (bueno en el fondo, Truman Capote...)

Imprímase y cumplase

1 comentarios:

Anònim ha dit...

muy buen post ,pocas veces ,nuestro exilio ha sido tan calramente escrito..